
Las vistas más claras hasta ahora del polo sur del Sol pueden revelar sus misterios
Una nave espacial desarrollada por científicos y empresas europeas ha capturado nuevas vistas sin precedentes del polo sur del Sol.
Construido por Airbus en el Reino Unido, Solar Orbiter se desarrolló como parte de una misión conjunta entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA. La sonda se lanzó en un cohete Atlas V 411 de United Launch Alliance desde Cabo Cañaveral, Florida, en 2020.
Varias empresas tecnológicas europeas también contribuyeron a la misión. Uno de ellos es Enbio, con sede en Dublín, que desarrolló un revestimiento protector para la sonda utilizando huesos de animales triturados. Es uno de los materiales más inusuales jamás transportados al espacio, y desempeña un papel vital en la protección del Orbitador Solar del intenso calor y la radiación del Sol. La nave espacial volará más cerca del Sol que cualquier otra sonda en la historia, algo crucial para obtener una mejor visión de nuestra estrella más cercana.
Antes de Solar Orbiter, todas las imágenes del Sol se habían tomado desde el plano de la eclíptica, la trayectoria plana a lo largo de la cual orbitan la Tierra y sus satélites espaciales. Eso ha hecho imposible ver los polos directamente.
Solar Orbiter ha ganado una nueva perspectiva al inclinar su órbita fuera del plano de la eclíptica hacia ángulos invisibles de nuestra estrella más cercana. Para lograr esto, la sonda realizó repetidos sobrevuelos de Venus y la Tierra, utilizando su gravedad para ganar el impulso necesario para entrar en una órbita completamente nueva alrededor del sol.
En marzo, Solar Orbiter alcanzó un ángulo de visión de 17° por debajo del ecuador solar. La sonda capturó varias imágenes desde este punto de vista utilizando un conjunto de instrumentos científicos que observan el Sol en luz visible, ultravioleta y ultravioleta extrema. Los datos combinados ofrecen una mirada de varias capas a una de las fronteras menos inexploradas de nuestra estrella más cercana.
Los diferentes instrumentos de Solar Orbiter brindan varias vistas de la ardiente atmósfera del Sol. Crédito: ESA
Las vistas sin precedentes podrían mejorar la comprensión de los científicos sobre el campo magnético del Sol y el ciclo solar. También pueden arrojar nueva luz sobre los orígenes de las tormentas solares, los estallidos energéticos que pueden interrumpir los satélites, las redes eléctricas y las comunicaciones en la Tierra.
La profesora Carole Mundell, directora de ciencia de la ESA, dijo que la misión marcó una "nueva era" para la ciencia solar.
"El Sol es nuestra estrella más cercana, dadora de vida y potencial disruptor de los modernos sistemas de energía espacial y terrestre, por lo que es imperativo que comprendamos cómo funciona y aprendamos a predecir su comportamiento", dijo.
Un desastre magnético
Los últimos datos de Solar Orbiter revelan que el polo sur magnético del Sol se encuentra en un estado de caos, con una combinación de campos magnéticos norte y sur en lugar de uno solo dominante, como en la Tierra. Esto es característico del ciclo de actividad de 11 años del Sol cuando su campo magnético cambia.
La nave espacial también capturó el movimiento de partículas solares sobre el polo sur, descubriendo flujos arremolinados de plasma caliente que sugieren la presencia de vórtices polares en la atmósfera del Sol. Estas complejas dinámicas, invisibles para la Tierra o las órbitas tradicionales, podrían proporcionar nuevas pistas sobre cómo funciona el campo magnético del Sol y cómo impulsa el viento solar.
Enbio no es la única empresa de tecnología detrás de los recientes logros de Solar Orbiter. Las Tecnologías Espaciales Activas de Portugal desarrollaron pasos de alimentación de precisión que permiten que la luz ULTRAVIOLETA ingrese a los instrumentos de la nave espacial sin exponerlos a un calor intenso. Otra empresa portuguesa, Critical Software, suministró el software de diagnóstico y a bordo de la sonda, mientras que la startup irlandesa de software Captec proporcionó verificación y validación de software para el software de vuelo a bordo de la sonda.
Toda esta tecnología ha abierto la puerta a vistas sin precedentes del Sol, y lo mejor puede estar por venir. En los próximos años, Solar Orbiter se inclinará aún más fuera de la eclíptica, llegando eventualmente a 33° sobre el ecuador solar, dando una nueva perspectiva sobre la naturaleza ardiente del Sol.
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