Opinión: Europa puede regular su camino hacia un futuro fintech mejor

Opinión: Europa puede regular su camino hacia un futuro fintech mejor

      Caídas de las criptomonedas, blanqueo de capitales y fraude digital: los organismos de supervisión financiera de la UE ya han tenido suficiente. Los entes reguladores deben mantenerse al día implementando regulaciones más estrictas orientadas a reforzar la protección del consumidor y a estabilizar el mercado.

      Mientras los legisladores de la UE se apresuran a proteger a los consumidores, otros temen que estén asfixiando el crecimiento. Un ejemplo: en 2024 la FCA multó a HSBC con 6,2 millones de libras por no tratar adecuadamente a clientes en dificultades financieras. Los organismos reguladores defienden al público, pero si las restricciones hubieran sido menos severas, ¿habría tenido HSBC soluciones más creativas para sus clientes, como integrar préstamos personalizados centrados en los datos?

      Los bancos han tenido miedo de explorar soluciones innovadoras de préstamos integrados, ya que tenían un 15 % más de probabilidad de recibir acciones formales de ejecución. Sin embargo, en agosto de 2024 HSBC decidió que los beneficios merecían la batalla por el cumplimiento.

      Mientras algunos sostienen que la regulación puede obstaculizar la innovación —con empresas rehaciéndose a invertir en operaciones debido a una mayor supervisión—, otros afirman que una regulación adicional aumentará la innovación y, por tanto, ven la regulación como un motor clave de su crecimiento. Entonces, ¿quién tiene razón?

      Desglosando las recientes regulaciones fintech de la UE

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      DORA, implementada en enero de 2025, exige que las instituciones financieras (IF) establecidas en la UE implementen procesos y estructuras que les ayuden a responder y recuperarse de interrupciones relacionadas con las TIC, proporcionándoles mayor resiliencia digital. Además, se está introduciendo la AMLA para dar a los gobiernos más garantías en la lucha contra el blanqueo de capitales.

      DORA y la AMLA se aplicarán a todas las IF y a sus productos y procesos, pero dejan las criptomonedas fuera de su alcance. Ahí es donde entra MiCA. Lanzada en diciembre de 2024, MiCA fue diseñada para proteger a los usuarios individuales de criptoactivos.

      La agenda regulatoria de la UE —especialmente con la introducción de MiCA, DORA y AMLA— busca endurecer la supervisión. Sin embargo, también forma parte de una estrategia más amplia para simplificar y armonizar las normas, proporcionando estabilidad a los mercados financieros de la UE en su conjunto. Los últimos fallos buscan un delicado equilibrio entre tranquilizar a consumidores y reguladores y aliviar la carga sobre las IF reguladas.

      Un nuevo conjunto de normas puede parecer contradictorio con la llamada Brújula de la Competitividad —publicada en enero por la Comisión Europea—, que incluye iniciativas para simplificar e implementar eficazmente el derecho de la UE. No obstante, estas leyes pretenden sustituir normas nacionales fragmentadas por marcos unificados a nivel de la UE, haciendo que el cumplimiento sea más claro, más rápido y más predecible.

      A medida que el ecosistema de finanzas digitales continúa acelerándose, MiCA, DORA y AMLA conforman un marco integral. Conjuntamente, buscan equilibrar la innovación con la estabilidad financiera, la protección del consumidor y la seguridad en todo el sector fintech.

      ¿Apoyarán estas actualizaciones o frenarán la innovación en fintech y banca?

      La respuesta depende de la perspectiva. Las recientes regulaciones de la UE pueden frenar la innovación a corto plazo, particularmente para las IF grandes y consolidadas como los bancos, pero las perspectivas a futuro parecen más promisorias. Estas nuevas normas están diseñadas para apoyar la estabilidad a largo plazo.

      Como estas tres regulaciones requieren una plena armonización entre los Estados miembros, están concebidas para reducir la fragmentación y el arbitraje regulatorio. Un mercado más grande y uniforme fomentará las actividades transfronterizas, la innovación y la competitividad entre fintechs y proveedores de servicios relacionados. Las regulaciones también favorecen la creación de productos y servicios mejores y más transparentes, ayudando a aumentar la confianza de consumidores y reguladores y, en última instancia, impulsando la adopción por parte de los clientes.

      En resumen, este entorno ofrecerá mayores oportunidades para que fintechs más pequeñas y ágiles escalen y compitan a largo plazo. Para consumidores y empresas, actuar conforme a las últimas regulaciones resulta en servicios más fiables y resilientes, muy necesarios para funciones esenciales como pagos digitales y préstamos.

      Estas nuevas regulaciones nivelan el campo de juego, animando a bancos tradicionales y fintechs a competir en innovación y calidad de servicio en lugar de hacerlo solo en función de sus ventajas regulatorias. Además, un sistema financiero estable y seguro aumenta el atractivo de la UE como centro de servicios financieros digitales, lo que ayudará a que la unión sea más atractiva para nuevos inversores e innovaciones en comparación con EE. UU.

      ¿Qué inversiones serán necesarias para cumplir estos nuevos estándares?

      Se necesitará inversión adicional en estructuras de gobernanza y cumplimiento. Los actores más grandes y consolidados pueden tener dificultades para implementar los cambios regulatorios requeridos en sus amplios procesos y productos. Aquellos con procesos existentes de cumplimiento y gobernanza probablemente encontrarán la transición más fluida, mientras que las fintechs más pequeñas pueden tener que construirlos desde cero. Los costos de su implementación representan un obstáculo potencial.

      Navegar el cumplimiento suele ser un desafío significativo para las startups fintech y otros actores más pequeños. Tendrán que invertir en conocimiento, incluida la forma correcta de incorporar los requisitos regulatorios en sus procesos y diseños de producto, y traducirlos en procesos operativos empresariales.

      Además de esto, será necesario invertir en tecnología, ya que las empresas deben cumplir requisitos de cara al cliente sobre transparencia y lenguaje. Por ejemplo, los requisitos más estrictos en materia de anti-lavado de dinero (AML) exigirán cambios en las herramientas de conocimiento del cliente (KYC) y en las de monitorización de transacciones.

      No obstante, el cumplimiento del marco regulatorio DORA será lo que implicará la mayor inversión tecnológica, ya que la resiliencia operativa digital requiere métodos más robustos de seguridad, respaldo y pruebas. Al trabajar con socios expertos en cumplimiento normativo, el retorno a largo plazo queda claro.

      El nuevo modelo financiero: instituciones tradicionales se encuentran con innovadores ágiles

      La nueva tecnología ha cambiado la manera en que las personas interactúan con los servicios financieros, impulsando el crecimiento de las fintechs y aumentando la rivalidad con los bancos establecidos. Un informe encontró que el 36 % de los jóvenes de 18 a 24 años optaría por plataformas fintech en lugar de instituciones financieras convencionales. Construidas sobre pilas tecnológicas modernas y equipos reducidos, la agilidad de las fintechs les permite reaccionar rápidamente a las necesidades cambiantes de los consumidores y a las tendencias del mercado —un marcado contraste con la infraestructura heredada que ralentiza a la banca tradicional.

      Sin embargo, para que ambos bandos tengan éxito en el panorama regulatorio en evolución de Europa, las instituciones tradicionales y los disruptores digitales nativos deberán apoyarse en alianzas. Las colaboraciones efectivas entre fintechs, bancos e IF bajo las nuevas regulaciones de la UE se basarán en un esfuerzo mutuo para mejorar el cumplimiento, abrazar la innovación y reforzar la resiliencia operativa. Estas colaboraciones son clave para navegar normativas complejas mientras se ofrecen servicios financieros seguros e innovadores.

      Fintechs, IF, clientes y comercios también pueden beneficiarse de las asociaciones de Banking-as-a-Service (BaaS). Por ejemplo, en el caso del préstamo integrado, los bancos que se asocian con proveedores tecnológicos pueden escalar rápidamente hacia nuevas oportunidades de ingresos, alcanzando a clientes nuevos y existentes fuera del alcance directo del banco, y así intentar mantener el ritmo frente a competidores fintech sin construir su propia tecnología internamente.

      De hecho, el 41 % de las IF ya ha implementado soluciones de finanzas integradas, y cerca del 50 % ha ampliado sus capacidades de BaaS. Los clientes comerciantes, entonces, obtienen acceso práctico y seguro a productos financieros regulados, seguros e innovadores de un banco de confianza.

      Otra forma en la que bancos y fintechs pueden aumentar la innovación garantizando el cumplimiento es participando en modelos colaborativos, incluyendo la participación en sandbox regulatorios. Estos entornos controlados pueden apoyar la prueba de nuevos productos y servicios financieros bajo la supervisión de los reguladores, ofreciendo un equilibrio entre innovación y cumplimiento normativo.

      La nueva oleada de regulaciones financieras de la UE no se trata solo de endurecer el control: es parte de un impulso mayor para simplificar y unificar las normas en toda Europa. Al unificar el mosaico de leyes nacionales fragmentadas con estándares coherentes a nivel de la UE, el cumplimiento es ahora más sencillo de seguir y más predecible. Esta uniformidad y previsibilidad puede ayudar a fomentar la innovación manteniendo la protección del consumidor y la estabilidad financiera en primer plano. A medida que fintechs y bancos colaboren, el futuro de las finanzas digitales en Europa apunta a ser más abierto, seguro, fiable e inclusivo.

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Wouter Moolenaar, director global de cumplimiento y privacidad en Jifiti, cree que las nuevas regulaciones pueden dar lugar a una nueva era de éxito para las fintech europeas.