
The debate over Starlink in Italy is intensifying, with Elon Musk at the forefront.
La lealtad de Elon Musk hacia Donald Trump vuelve a generar controversia, esta vez en torno a Starlink. El proveedor de internet satelital, que pertenece a la empresa SpaceX de Musk, se ha visto envuelto en un acalorado debate entre los políticos italianos, mientras Roma evalúa sus alianzas estratégicas en medio de las crecientes tensiones entre Europa y Estados Unidos.
El partido de derecha Liga de Italia está presionando al gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni para que seleccione a Starlink para proporcionar comunicaciones satelitales a funcionarios gubernamentales, argumentando la superioridad de su tecnología sobre la competencia francesa Eutelsat. Starlink cuenta con aproximadamente 6,700 satélites activos en órbita, mientras que Eutelsat tiene poco más de 600.
“En interés de Italia, sería extraño elegir a una entidad francesa en lugar de un sistema más desarrollado y vanguardista como el estadounidense”, declaró la Liga en un comunicado el jueves, según Reuters.
Musk recibió con agrado los comentarios y respondió “muy apreciado” a una publicación en X que hacía referencia a la declaración.
Meloni ha estado considerando el uso de Starlink para proporcionar comunicaciones satelitales encriptadas para funcionarios en áreas de alto riesgo desde hace un tiempo. Sin embargo, los partidos de oposición han advertido contra la dependencia de la firma de Musk, una preocupación que ha aumentado con informes de que Estados Unidos podría desconectar a Ucrania de Starlink si no se alcanza un acuerdo sobre minerales, lo que podría cortar una herramienta crítica en la lucha de Kyiv contra Rusia.
Existen indicios de que Meloni también podría estar distanciándose de la empresa de Musk. Bloomberg informó ayer que el gobierno italiano tiene "dudas crecientes" sobre el cierre del contrato con Starlink, valorado en 1.5 mil millones de euros, a la luz de las tensiones transatlánticas en aumento.
Si Italia decidiera abandonar el trato propuesto, Eutelsat está atrayendo interés como proveedor alternativo. La CEO de la firma, Eva Berneke, dijo el martes que la empresa estaba en conversaciones con la UE sobre la expansión de su servicio de internet a Ucrania, lo que hizo que sus acciones se dispararan un 119%.
En una entrevista el jueves, Berneke mencionó que la compañía también estaba en discusiones con Italia. Sin embargo, la oficina de Meloni indicó a Reuters que aún no se habían iniciado negociaciones formales con Eutelsat u otros operadores.
El debate es parte de una discusión más amplia en Italia y Europa sobre la reducción de la dependencia de tecnología no europea para infraestructuras críticas.
Starlink no es la única empresa de Musk que ha estado bajo escrutinio recientemente. Las fortunas de su compañía automovilística, Tesla, también se han vinculado a sus maniobras políticas. El número de nuevas matriculaciones de vehículos Tesla disminuyó drásticamente en toda Europa el mes pasado, una tendencia que los analistas han relacionado con el papel de Musk en la administración Trump y su apoyo abierto a políticos de extrema derecha. Sin embargo, las matriculaciones de Tesla aumentaron ligeramente en el Reino Unido y Estados Unidos en febrero, por lo que hay una buena noticia para Elon.
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The debate over Starlink in Italy is intensifying, with Elon Musk at the forefront.
Italian politicians are divided on the decision to select Starlink or Eutelsat for satellite communications, with Elon Musk being central to the disagreement.